El mundo del pop es un mundo lleno de superficialides, banalidades y muy poco interés puesto en sacar la máxima rentabilidad. Hay veces que no, que el pop se hace con mimo y ganas de divertir y de vender por igual, pero Jessica Simpson no es un ejemplo de esto último.
La chica conocida por ser la versión low cost de Britney Spears en sus inicios y creerse que tenía voz para pasar a ser la versión low cost de Christina Aguilera amenaza con volver al mundo de la música. Y la chica va en serio. ¿Lo mejor de todo? Que ha puesto el siguiente mensaje en su Twitter: “What kind of music would y’all want from me on my next album? Thinking about going back to the studio”. Ser un fracaso es algo triste, pero todas nuestras artistas pueden presumir de ello, así que no tiene sentido criticar los fracasos de una u otra. Decidir el concepto de tu álbum, el sonido y el género que tocarás en función de lo que te diga la gente por Twitter es tocar fondo. Aunque Jessica Simpson va donde sople el viento y sin éxito, pero un artista debería tener una imagen de llevar las riendas de su trabajo. Si ahora todo el mundo le pide a Jessica Simpson que colabore con Lil Wayne, seguro que lo hace, o si le piden que vaya con David Guetta seguro que lo intenta, aunque probablemente se tenga que conformar con un DJ de poco conocimiento.
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